domingo, 19 de octubre de 2008

Domingo

Despertamos cuando el sol se está poniendo y desayunamos a destiempo entre lamentos de Chavela. Un cantautor posa su voz y su guitarra bajo mi ventana y desafía al frío poniendo banda sonora a nuestro día de quietud. Me acuerdo del cantante callejero de Once y me veo obligada a abrir las ventanas de par en par para escuchar bien sus acordes polacos. Cuando las campanas de la iglesia cantan las cinco de la tarde, el cuerpo pesa y el alma no para quieta, cuando Aline decide volver a la cama, porque está sufriendo un choque cultural, cuando las palomas encuentran un rincón en la fachada de enfrente para incubar sus huevos. Es entonces cuando me quedo sola, inventando un nuevo día en este país que es ya mi tercera casa. Preparo un té y le pego un mordisco al pastel de chocolate que preparamos ayer con mimo tras nuestra gélida visita a los lagos.

Las torres arañando el cielo nublado, rascando un poco de sol a estos días de otoño. Se nos han fundido las bombillas del baño y tenemos que ducharnos a la luz de las velas. Así que las noches de sábado nos dedicamos a cometer pequeños hurtos en los bares robando posa velas de cristal. El cantante de abajo se toma un descanso y el silencio inunda esta habitación en la que está entrando ya la noche, una apacible noche de domingo tan limpia, pura, con sabor a escarcha de naranja y aires fríos que despejan mi cara. Muchas cosas que contar sobre Polonia, sus gentes, la fe que mueve montañas y la política que pone barreras a la naturaleza humana. Pero estoy vaga para hablar de cotidianidades. Tal vez otro día, porque hoy “dejarse llevar suena demasiado bien”…

5 comentarios:

Fl dijo...

polilla,
ayer me hice socio de la biblioteca del Cervantes. Quería sacar unos libros y acabé sacando una peli: Ciudad en celo.
Cómo te va, mina?

Paula Garcia Ascanio dijo...

Ciudad en celo... me acuerdo! Yo también estuve rondando el instituo cervantes en internet, buscando ayuda para enseñar español. Hoy tuve mi primera clase y había más de 30 personas!! Descubrí tu blog, poca publicidad le haces. A ver si saco tiempo para leerte con calma. Aqui todo genial. Tengo que ir a verte! Te amo mino!

Saul dijo...

Hola Pau!

Soy tu primo Saul, no he tenido tiempo de leerte, el trabajo me asfixia pero he oido decir que escribes muy bien.

Sólo quiero darte muchos ánimos para tu estancia en Polonia. Espero que los pases muy bien y que disfrutes mucho de esta experiencia.

Un fuerte abrazo de tu primo más viaje!

Si necesitas algo, no dudes en contar conmigo.

Un besote!

Saul dijo...

Perdón quería decir primo más viejo, se entiende el contexto no?

Aunque últimamente viajo bastante...

jejejejeje

Anónimo dijo...

Hola Paula, no es la primera mañana de domingo que acabo en tu blog (a fin de cuentas leerte es como poder ponerle voz y rostro a un reportaje de El Semanal...) Escribes genial y lo sabes. Seguro que no te pones roja cuando todo el mundo te lo dice ¿verdad? ¿o igual sí? (jeje lo sé, soy idiota...). Que sepas que por tus vivencias y cómo las cuentas me despiertas una envidia muy sana...

Soy consciente por otro lado de que te debo una birra de despedida.

Venga, pues un beso desde la templada Málaga; yo por aquí seguiré domingueando..

Samuel