martes, 5 de octubre de 2010

Naturalizándome

Supongo que debería cambiar la forma en que actualizo este blog, porque de alguna manera no lo hago con la frecuencia que quisiera. Hasta ahora mi método ha sido guardar en las cajitas de mi memoria los pedacitos de esta Polonia que me van enamorando, para luego, cuando sean suficientes, escribir algo decente. Pero el caso es que cuando me decido a escribir la mayoría de estas sensaciones se me han olvidado o han perdido la vibración que algún día tuvieron. Así que quizá de aqui en adelante esto se convierta en un blog a modo chat conmigo misma, con frases cortas que condensen cada momento... Veremos. Quizá así aumente la periodicidad.

En cualquier caso, el titulo para este post, "Naturalizándome", lo tenia reservado desde hacia tiempo. ¿Por qué? Porque la naturaleza está ahora más presente en mi vida que nunca (quién lo diría, he pasado de ser un animal de ciudad -cuando no un animal Malasañero- a pasar las mañanas de viernes recogiendo setas en el bosque). Tambien me he despertado a las cuatro de la madrugada para ver el amanecer en el Parque Nacional Biebrza, y me he comprado una botas de agua para caminar por los barrizales y humedales que allí abundan.



Fotos: Kuba Bartoszewicz

Por supuesto, "Naturalizándome" es también un juego de palabras. Me naturalizo cuando me fundo con las costumbres de los que aquí me acogen, cuando dejo de observar las cosas desde el otro lado del crital, cuando me siento menos extranjera que hace un año. Aunque no puedo evitar seguir sintiendo ciertos hábitos como extraños a mi persona (ellos siguen siendo "los otros" y yo sigo siendo la que se poloniza), ahora como a las 5 de la tarde, vuelvo a beber té con una escandalosa frecuencia y me quito los zapatos cuando entro en casa.

Asi que el proceso de integración sigue su curso, pese a que todavía no entiendo por qué conectan un megáfono en los exteriores de las iglesias durante la misa de los domingos para que la voz del cura llegue a todos los que no están dentro del recinto... Es verdad que aquí la gente sigue sin saber cómo reaccionar cuando una les dice que es atea, pero propagar el "mensaje divino" a golpe de altavoz al más puro estilo evangelizador... A veces soy yo la que no sabe cómo reaccionar!

Aunque la cosa va más de encuentros que de desencuentros. Europa cada vez se parece más y Polonia no es una excepción. Pero más allá de las fronteras políticas, supongo que lo que más me acerca a esta gente es el mero hecho de que todos somos gente. Al final nos reimos con las mismas cosas, sufrimos por los mismos motivos...

Los polacos, podría decirse, son más cerrados a la hora de expresar sentimientos (aunque toda generalización es en vano, cada persona es un mundo). Pero también es verdad que las nuevas generaciones saben mucho de cómo expresarse a través de otros canales como la música, el baile o el teatro. Se respira creatividad en esta gente, algo que, al menos yo, echaba en falta en el Madrid de los anónimos (ser indie no es ser creativo). Y tienen curiosidad: por los idiomas, por redescubrir el mundo, viajar, mezclarse con otras culturas... También están muy unidos con su historia. Son patriotas, aunque no en un sentido despectivo. Supongo que simplemente se sienten orgullosos de que su país siga existiendo después de tantos golpes, y de alguna manera se sienten también responsables de conservar ciertas raíces que resistan los nuevos golpes, los de la agresiva globalización capitalista. Esto último, sin embargo, es un rasgo que se encuentra más entre los jovenes que rondan los 30 años, aquellos que nacieron bajo el estado de guerra. Los adolescentes parecen haberse olvidado de todo y abrazan los KFC, H&M y McDonald's como sus "verdaderas" nuevas raíces.

De cualquier manera yo me encuentro en mi salsa (como si fuera difícil...). A cada esquina tropiezo con un nuevo descubrimiento que compartir con vosotros, y eso tambien me gusta :)

5 comentarios:

David dijo...

Content de llegir.te filla. Encara que parlem quasi a diari, el blog es diferent i en ell expresses sensacions i sentiments reflexionants i apassionants.
No t'oblides de les tildes, que ja saps que soc profe.
M'encanta que te naturalitzes, algo que mai hem conseguit la teva mare ni yo, ara et bè de colp i de forma propia. Avant,mes llunt, sempre molt mès llunt, dels arbres caiguts que ara ens empressonen...

Martina dijo...

Pau! Me alegro de que lo pases bien en Polonia!

Puedo decir que mi situación es parecida. Voy descrubriendo España de nuevo... Aquí tambien... ellos siquen siendo "los otros" y yo la que se hispaniza... Aprendo vocabuario nuevo (las típicas expresiones de la calle, etc) y voy llenando mi libreta con expresiones como: "mucho lerele y poco larala" jejeje. Disfruto del tiempo que hace y de la comida.

Pero, lo más importante es que me lo paso bien con la gente que me rodea. No hecho mucho de menos Polonia... A ti te echo de menos y a toda la gente que deje en Polonia!

Disfruta! Pásalo bien! Espero verte pronto!

mariona dijo...

Desde Malasia también queremos Polonia! Frecuente, curiosa e intensa como tus textos! Daaale! Besos grandes, guapa!

Anónimo dijo...

Amanita Spissa o Amanita de pie grueso. Comestibilidad buena aunque desprende un olor fuerte a patata cruda al cocinarla que luego desaparece. Tóxica en crudo y posible confusión con la Amanita panterina, muy venenosa, y con la rubescens, comestible pero con colores rojizos al contacto con el aire.

El otoño que viene podemos jugar a las setas polacas (sin comernos ninguna y mucho menos las que se confundan con veneno)

Ale

Anónimo dijo...

No, no... Armillaria mellea o Armilaria color de miel que a veces tiene los puntitos blancos. Confundible con el Hyphikina fascucykare, venenoso... ¡¿Y por qué en los libros no dice que se confunde con la Amanita Spissa...?! será el tamaño.. :(