A esta hora, siete días por delante, ya seré una española nadando en un mar de polacos (porque si el 100% de humedad es una inundación, a un 90% seguro que ya podemos nadar). Y probablemente esté durmiendo y esté tranquila. Durmiendo porque si anochece a las seis de la tarde a las 12 de la noche ya estás tan harto de oscuridad que la cama te llama. Tranquila porque digo yo que lo de dormir y soñar se hace igual aqui que en Polonia. Espero que para eso al menos no haga falta saber idiomas.
El caso es que he cruzado la frontera de los siete días y la burbuja de inconsciencia se ha roto llenándolo todo de desorden. Estoy pensando en pagar a alguien para que se persone en mi lugar durante los trámites que llegan: pasaporte, compras, maletas, bancos y demás burocracias. Eso es, huir de las lánguidas despedidas en los aeropuertos y pasar las siete noches que restan en alguna terraza ajena admirando el cielo sin estrellas de Madrid. Y de ahí, en un flup, llegar a Olsztyn. Sin pensarlo, sin cargar equipajes. Despertar y darme cuenta de que todo es nuevo, y el resto, sólo polvo de estrellas.
4 comentarios:
Espero que todas las dudas de ahora sean buenas experiencias en el futuro.
Alvariño... Tú siempre ahí para dar ánimos. Yo tb espero que todo sean cosas buenas en el futuro. Cómo vas tú? Al final no te vimos en Valencia... Qué tal la radio? Perspectivas de futuro? Bueno, seguro vas por ahí pisando fuerte. Un beso grande y ánimo con el chaparrón que se avecina por las Españas (¡¡¡estamos en crisis!!!)
Muchas cosas por contar, empezando por mi fracaso académico camino a la tercera convocatoria en internacional. Peor tranqui, que también hay noticias importantes buenas, pero todo a su tiempo.
Esos nervios seguro que son buenos augurios... encáralo todo con fuerza y confianza y seguro que ganarás mucho. Seguro.
Un abrazo.
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