Pensaba dedicar este post a la lluvia de hojas secas de los últimos días, la alfombra de naranjas y marrones que cruje bajo mis pies, pero es inevitable, a veces la realidad te estropea el titular.
El invierno ha llegado a Polonia. El termómetro ronda ya los cero
grados, la lana va sustituyendo poco a poco al algodón en mi armario, y ha empezado a darme miedo salir a la calle (de nuevo).
Viento, todo se tambalea. Aguanieve, humedad, charcos. Las flores se despiden hasta mayo en esta semana de decadencia de lo vivo y lo verde. Desaparece el color, el cielo se tiñe de gris y sólo las bolas de muérdago permanecen en los árboles. Es tiempo de té y piernik, la versión polaca de "mandarinas y polvorones".
Pero, aunque pueda parecerlo, no
hay hueco para la melancolía entre estas líneas. Vale, está claro que el invierno me ha declarado la guerra, pero yo, con mi manual de pacifista en la mano, le respondo riendo a carcajadas
¡Ay de nosotros si dejamos que este tupido cielo se nos caiga encima!
2 comentarios:
BUENO, BUENO VEO QUE LA FRASE SI NO PUEDES CON TU ENEMIGO ÚNETE A ÉL, SERÁ UNA BUENA COMPAÑERA PARA ESOS DÍAS DE TANTO FRIO QUE SEGURO PASAS. YA SABES QUE MI EXPERIENCIA FUE TOTALMENTE LO CONTRARIO, DEMASIADOS DÍAS DE UN CALOR TERRORÍFICO, PERO COMO TU BIEN DICES NO PERMITÍ QUE EL TIEMPO MENGUARA NI LO MÁS MÍNIMO LAS EXPERIENCIAS VIVIDAS FUERA DE MI CAJA DE CRISTAL.
EN FIN,.... MI INTENCIÓN SIGUE SIENDO LA VISITA PERO DE MOEMNTO LO POSPONGO HASTA QUE VUELVAN LOS TIEMPOS DE FLORES Y VIDA CALLEJERA PORQUE SEGURO QUE EL ENCANTO DE LA CIUDAD ES, SI NO MEJOR, MÁS AGRADABLE DE PASEAR Y VIVIR.
DISFRUTA.
LOLA
Eu !!! Dona fred llegirte, però tambè reconforta que la voluntat ( i mès coses )puguen mes que les inclemencies. Valorar cada cosa i viurela el mes agust posible. DI QUE SI. Bessets desde la calor atlántica.
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